Las secuelas que puede dejar el Covid-19
Durante la emergencia sanitaria el foco de la atención en salud ha estado en que todos aquellos pacientes que de agravarse deben recibir una atención adecuada que incluya ventilación mecánica; sin embargo, esta herramienta es invasiva y puede, como indica el Dr. Eduardo Tobar, intensivista de la Unidad de Paciente Crítico: “dejar secuelas como delirium y estrés postraumático”.
De hecho, los mayores efectos podrían verse en aquellos pacientes que estuvieron más críticos y que tras recibir su alta pueden quedar con lo que se conoce como “síndrome post UCI” que se refiere a que la persona queda afectada a nivel físico, de salud mental, a nivel cognitivo o de ciertas funcionalidades.
“Los pacientes que han requerido ventilación mecánica extensa pueden desarrollar diferentes complicaciones que tienen que ver con la enfermedad, con requerir sedantes, fármacos que llamamos bloqueantes neuromusculares, y desde luego eso puede generar algunas complicaciones a mediano y largo plazo que pueden incluso involucrar distintos sistemas del cuerpo humano”, comenta el Dr. Tobar.
“Lo que más vemos es que pacientes anestesiados por tiempos prolongados queden con debilidad adquirida en UCI, es decir, alteraciones a nivel físico motor, pacientes que despiertan con mayor debilidad y con afección del sistema nervioso, muchas veces con debilidad muscular. Esto desde luego no es exclusivo de pacientes Covid-19, pero hoy en pandemia va a suceder más, porque la enfermedad es bien grave y son pacientes que en promedio están más días en UCI, entonces van a tener secuelas neuromusculares. Para tener una idea, un paciente crítico estándar está una semana con ventilación, mientras que uno con Covid-19 está en promedio dos e incluso más semanas».
Síndrome post UCI
Este síndrome puede evidenciarse además con alteraciones a la función cerebral. El Dr. Tobar explica que “una proporción elevada de pacientes que estuvieron sometidos a ventilación mecánica despierta con delirium, que es un trastorno agudo de las funciones cerebrales. El paciente está despierto, pero no logra conectar. Hay episodios de inquietud y agitación, lo que puede generar la dificultad para retirar el ventilador mecánico. Entre el 50 y el 80% de los pacientes que estuvieron ventilados lo desarrolla y actúan como factores gatillantes: la gravedad de la enfermedad, la edad, enfermedades anteriores, exposición a sedantes por tiempos prolongados y el estado inflamatorio. Todas estas condiciones juntas en un paciente Covid-19 resultan aún más complejas».
El especialista señala que existe la posibilidad de que un paciente pueda quedar con mayor daño permanente a nivel cognitivo porque indica que “el delirium es un factor de riesgo para que los pacientes se deterioren desde el área cognitiva, donde varios de ellos tendrán daño de esta funcionalidad. Algunos pacientes desarrollan delirium que es en definitiva una experiencia bien poco grata, repleta de pesadillas, terrores, reviven experiencia varias veces. Entonces, haciendo analogía, es como haber ido a la guerra”. Junto a ello agrega, “hay otro grupo de pacientes que pueden tener alteraciones en su salud mental con estrés postraumático, ansiedad, depresión”.
Otra de las funciones que podría quedar afectada es la pulmonar, aunque sería menos frecuente: “hay un grupo de pacientes, aquellos que hacen falla respiratoria más grave, que pueden evolucionar con algún grado de compromiso pulmonar. A aquellos pacientes más severos incluso se les somete a una maniobra llamada prono, es decir, al paciente se lo mantiene boca abajo para ayudarlo a mejorar su capacidad ventilatoria».