“En nuestras sociedades occidentales que trabajan con altos estándares de productividad, continuo perfeccionamiento, grandes exigencias en términos de un mayor bienestar económico, con una frenética ambición por adquirir bienes, todo ese estrés evidentemente tiene un impacto cada vez mayor en nuestro corazón. Todas las personalidades tipo A, que son aquellas muy demandantes, muy ejecutivas, con muchísima responsabilidad, con personas a cargo, tienen hoy mayor riesgo de sufrir una patología coronaria, como la angina de pecho o si el evento es más grave, provocar un infarto al miocardio, ya que a más preocupaciones y ansiedad, más estrés, y, por lo tanto, aumenta más el riesgo cardiovascular”, explica el Dr. Hugo Sanhueza, cardiólogo 
 
Agrega que “profesionales que en sus trabajos deben cumplir metas a diario, como ejecutivos de cuenta bancarios, vendedores de seguro, de prestadores médicos, seguridad social, etc., están más expuestos. Por otro lado, las personas rabiosas, intolerantes en general, aquellas que no pueden esperar,  donde todo es para ayer, también se generan un estrés adicional porque no logran una jerarquización adecuada de los problemas. Ellos tienen más riesgo de sufrir alteraciones al corazón”, comenta el especialista.
 
Vivir nervioso o preocupado a causa de la actividad laboral trae resultados muy negativos para el empleado. Además de producir ansiedad, el estrés laboral, puede causar ira, irritabilidad, tristeza, depresión, y otras reacciones emocionales, que también afectan el desempeño normal del trabajador.
 
Según el especialista, “para reducir o prevenir las presiones laborales es conveniente, que el trabajador cambie su estilo de vida, y mantenga una perspectiva equilibrada entre las actividades laborales y el descanso. Los individuos pueden disminuir los efectos del estrés al involucrarse en otros contextos diferentes, como eventos deportivos, rutinas frecuentes de ejercicio, actividades recreativas, ampliando o cambiando su círculo social, o haciendo actividades que pongan sus pensamientos en algo diferente a la organización. Es recomendable afrontar las dificultades laborales, económicas y familiares con la mayor tranquilidad posible a fin de evitar problemas graves de salud”, asegura