Las reacciones a medicamentos constituyen un problema importante para la salud pública
Se definen como una respuesta no deseada, usualmente inesperada y secundaria al uso de un fármaco.
«El fármaco es utilizado en las dosis recomendadas y la reacción se produce independientemente del propósito terapéutico, diagnóstico o profiláctico de su utilización”, explica la Dra. Rocío Tordecilla, inmunóloga HCUCH.
Las reacciones a medicamentos pueden ser reacciones tóxicas, efectos colaterales, adversos o interacciones, o bien, alérgicas propiamente tal.
La alergia a medicamentos puede manifestarse con síntomas variados como ronchas, exantema, tos, angioedema (aumento de volumen de tejido subcutáneo), disnea o estridor (dificultad para respirar), dolor abdominal, vómitos, diarrea, hipotensión y compromiso cardiovascular (reacción anafiláctica) que incluso puede llegar a la muerte.
Las reacciones pueden presentarse en forma inmediata (dentro de pocos minutos hasta una hora después de haber recibido el medicamento) o tardías (generalmente ocurren después de 48 horas de la exposición al medicamento).
Los fármacos involucrados más frecuentemente son los antibióticos (ATB), pero puede manifestarse frente a diversos fármacos, ya sea a antiinflamatorios (AINES), anticonvulsivantes, anestésicos, quimioterápicos, medios de contraste radiológicos, agentes biológicos y otros.
El diagnóstico se basa en la historia clínica y examen físico. La dificultad del diagnóstico radica en la frecuente asociación de varios fármacos, la frecuencia de presentación de cada reacción y la variedad de formas de presentación.
Si la reacción es de tipo inmediata, se puede estudiar con inmunoglobulina E específica para el medicamento, prick test con el mismo fármaco e intradermorreacción si existe la presentación endovenosa disponible.
Si la reacción es de tipo tardía, es posible realizar un test de parche con el medicamento y/o una intradermorreacción de lectura tardía.
En el caso que ninguna de estas pruebas resulte positiva, es decir, se presenten resultados negativos se procede a realizar un test de provocación con el fármaco involucrado y de esta manera comprobar si es alergia o no.
El tratamiento de la alergia a fármacos es siempre eliminar el agente causal. Luego se puede administrar antihistamínicos o corticoides, dependiendo de las manifestaciones clínicas y su gravedad. En algunos casos cuando es estrictamente necesario administrar el medicamento que causa la reacción y no existe ninguna otra alternativa, podría ser necesario realizar un procedimiento de desensibilización, siempre a cargo de un especialista alergólogo en un medio hospitalario.
El especialista en inmunología y/o alergología es el profesional que orienta el diagnóstico y estudio a realizar, de acuerdo con el tipo de reacción, los medicamentos implicados y las condiciones del paciente.